José Carlos Santos lamenta deficiente gestión

“Cecilia Bákula ya debe irse”

Habla fuerte y sin rodeos. El maestro, José Carlos Santos, connotado director peruano, nuevamente fue invitado para dirigir la Orquesta Sinfónica de Trujillo,  con la que, este fin de semana, deleitará a los cultores de la música clásica. Y como es su estilo, directo y sin tapujos, en una entrevista con La Industria de Trujillo, enfiló sus baterías contra la directora del Instituto Nacional de Cultura (INC), Cecilia Bákula Budge, de quien dijo desconoce lo que le compete a su cargo.

Jose Carlos Santos calificó como una farsa hablar de “política cultural del Estado” en el Perú, ya que esta frase se repite desde cuando era directora nacional del INC, Martha Hildebrandt Pérez-Treviño, quien en ese momento no supo responder cuales eran los lineamientos que marquen el rumbo de la cultura. Asegura que esa realidad no ha variado en nada.

Precisa que el INC tiene una sede central que es el pulpo mayor, y ningún director se atrevió, ni siquiera Cecilia Bákula, a darle autonomía a cada sede. Trujillo produce dinero con Chan Chan y los variados eventos, pero lo envía a Lima, donde se queda casi en su totalidad. Eso debería quedar acá para incrementar el presupuesto.

“Qué sabe ella de Chan Chan (Bákula), en primer lugar, ella no sabe nada de nada, es una persona siniestra para cultura, no sé por qué el presidente Alan García la sigue apoyando. En realidad, la ‘política cultural del Estado’ no existe”, aseveró.

Respecto a Cuzco, que sí logró convencer a las autoridades del Gobierno Nacional para que los ingresos por concepto de turismo se queden en su jurisdicción, comentó que esa población se amparó en la fuerza que tiene Machu Picchu; por eso, lamentó que en otras regiones no lo hacen porque los amenazan y de inmediato se amilanan.

“La autonomía cultural de las regiones no está planteada; en tal sentido, el INC es un pulpo que busca tener 84 tentáculos, es decir inmiscuirse en todas las sedes, pero sin ayudarles en nada”, agregó.

Criticó que la filial del INC de Ayacucho “es un desastre, donde las ratas se comen las momias porque no hay recursos para conservarlas. Esto lo vi personalmente cuando fui con la Sinfónica Nacional a ofrecer unos conciertos”.

Sugirió que ante esta realidad el Gobierno Nacional destine lo suficiente y que en cada sede den cuenta de los gastos. “A qué viene la directora del INC a Trujillo, ¿acaso le da algo a las direcciones regionales? Ni siquiera le aumenta el sueldo al personal”.

Lamentó que el dinero recaudado en Trujillo vaya a Lima, donde los sueldos de los funcionarios son altísimos, en comparación la gente que labora acá.

“Esta es una situación que existe desde siempre, por algo se decía antes que Lima es el Perú. Además, los limeños no tenemos ningún derecho de menospreciar a una provincia, como Trujillo, que tiene una enorme riqueza cultural. Más bien hay que darle recursos para que pueda explotar ese potencial”, enfatizó.

• LA PROPUESTA

Frente a esa oscura realidad sugiere una reestructuración general de todo el aparato burocrático del Instituto Nacional de Cultura (INC).

Esbozó la posibilidad de que un porcentaje del canon minero se destine a las direcciones de Cultura en las regiones que cuentan con este beneficio, como Piura, La Libertad, Ancash, Cajamarca, entre otros.

Expresó su preocupación de que los Gobiernos Regionales no se atrevan a formular planteamientos orientados a conseguir más recursos a favor de la cultura.

Argumentó que entre las autoridades no existe una conciencia orientada impulsar la cultura, pero lo más grave es que a los “políticos tampoco les interesa, y es más increíble que hayan parlamentarios liberteños, arequipeños y de otras regiones que no hacen valer su voz. Los resultados están a la vista, no hay una política cultural de estimulación de lo que tiene que ofrecer cada sede”.

Indicó que el Trujillo se habla mucho de turismo, y se podría explotar con mayor fuerza, pero hay un abandono total. “Les digo a los congresistas por qué no han hecho nada para analizar la forma de darle a las sedes absoluta autonomía al momento de utilizar sus recursos. No entiendo por qué se les tiene que quitar sus ingresos”, comentó.

Aseguró que esta situación se agravó con la presencia de Bákula Budge, quien debería dejar el cargo lo más pronto posible.

“Esto obedece a una cosa siniestra, a la incultura de las personas responsables de los usos de la cultura. No puede posible que hayan pasado varios periodos congresales y nadie se haya preocupado, porque si eso hubiera ocurrido tendríamos un Ministerio de Cultura hace tiempo”, enfatizó.

Advirtió que ahora se discute este tema, pero será lo mismo porque no aparecerá este ministerio pero sin dinero. “Sólo funcionará con los despojos, escombros e ideas males que tiene el INC”.

Enfatiza que lo primero que debe hacerse es desembolsar una cantidad significativa de recursos para que ese futuro ministerio “nos dignifique como México, donde la cultura es muy importante, de tal manera que sus grupos folclóricos salen a Europa durante dos años de gira”.

Expresó que a causa de esta falencia surgen jóvenes que escucha “música espantosa”, que se suma a los falsos folcloristas que surgen de todos lados, sin saber lo que significa, pero que tienen su público cautivo en los asentamientos humanos, como la ‘reina de las parranditas’, que con camisas de colores estridentes arman su agrupación musical.

Precisó que el verdadero folclore es aquél que se estudia y se cataloga, y no esas fiestas multitudinarias donde se escucha “música horrorosa. Esa es la consecuencia de la indiferencia para poner en su sitio las expresiones culturales del Perú”.

“Creo que este es el Apocalipsis de la cultura en el Perú, la única esperanza es que salga Cecilia Bákula, pero para eso faltan 16 meses”, puntualizó.

• EMPRENDIMIENTOS PARTICULARES

En medio de ese panorama incierto elogia las iniciativas particulares que hacen de Trujillo una ciudad con una efervescencia cultural significativa. “Es un milagro lo que pasa aquí. Es como un terremoto, donde se ha caído todo lo que corresponde al Estado, pero la gente ha creado sus propios medios para subsistir culturalmente”.

En este contexto destaca la existencia de “una orquesta mal llamada sinfónica porque no tiene la cantidad de músicos suficiente, y pese a que les pagan poco, se demoran mucho y no les aumentan el presupuesto, ellos siguen tercamente funcionando. En realidad son unos verdaderos héroes”.