PERIODISMO

“El periodismo va por una
orilla distinta al poder”
Guido Sánchez Santur
sasagui35@gmail.com
La práctica del periodismo es un sacerdocio. Esta es una frase que la dicen en las escuelas de Comunicación y la repetimos de memoria los periodistas en nuestro diario trajinar; sin embargo, después de conversar con César Baeza Hidalgo, no me queda duda que existen verdaderos ‘frailes’ de esta profesión. No lo digo pro su gruesa contextura, sino porque a través de sus venas corre la pasión de este oficio que la trasunta en sus palabras y en cada uno de sus actos.
“Si quieres enriquecerte ejerciendo el periodismo, es mejor que cambies de carrera lo más pronto. ¡Estás equivocado¡”, sentencia Baeza Hidalgo, al comentar que se trata de una profesión que da muchas satisfacciones, pero que exige un compromiso social en aras del bien común.
Es un convencido de la necesidad de la independencia que deben tener los periodistas, por eso huye de las salas de redacción, prefiere ser un trotamundos, tras el corazón de la noticia. Eso lo ha convertido en un freelance o freelancer (trabajador autónomo) que recorre diferentes territorios adentrándose en cada realidad singular, desde donde escribe para periódicos de distintos países, como Ecuador, Venezuela, Perú y Colombia.
En este último, inclusive trabajó en la universidad Autónoma de Bucaramanga y fue consultor de la agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), gracias a su amplio conocimiento del tema. Baeza Hidalgo es chileno de nacimiento, pero muy joven se alejó de su tierra, siguiendo los caminos de los países latinoamericanos.
Aunque este distanciamiento no le hace olvidar la frustración que lo marcó durante la dictadura del general Augusto Pinochet. “Quiero imaginar si algunos de mis amigos podrían estar vivos si esto no hubiera pasado, o los amigos de mis amigas, o las parejas de tantos y tantas que nublaron el corazón de tantos y tantas más. El 11 de septiembre será siempre una fecha oscura para nosotros, una generación de adolescentes que no lo fuimos, que andábamos pensando en lo que vendría si sacrificábamos tantas cosas de la juventud por algo que no vivimos, y no viviremos. Que jugamos a ser grandes y pensamos que estábamos para grandes cosas aunque nunca las viéramos”, escribe en uno de sus reflexivos artículos.
• PODER Y PERIODISMO
Tras esa experiencia, le preocupa la nueva orientación del periodismo, principalmente porque los conglomerados económicos o multinacionales están interesados en adquirir medios de comunicación en América Latina, y esto implica que en algunos momentos se imponga la lógica empresarial al criterio periodístico, dejando de pensar en el público lector al momento de organizar la información. Asimismo, se está uniformando el modo de mirar la realidad. Frente a ello, apuesta por los medios locales en tanto su valor agregado consiste en mirar más de cerca su realidad. “En este contexto es muy importante la autonomía del periodista y la independencia al momento de escribir, apegándose a las normas básicas del periodismo: diversificación de fuentes y su contrastación, comprobando lo que le dicen sin olvidar la función de veeduría ciudadana como una permanente mirada crítica al poder”.
Recuerda que el periodismo siempre va por una orilla distinta a los poderes político y económico, ya que estos siempre buscan callar a los medios. Por un lado los políticos evitarán que se publiquen las promesas electorales incumplidas o las acciones turbias, mientras los grandes anunciantes presionan sutilmente para que no se denuncien hechos que los comprometen, como los casos de contaminación ambiental.
“Es muy importante que la gerencia de un medio de comunicación sea independiente de la dirección periodística, puesto que informar con la verdad es la tarea fundamental de los periodistas, y ésta se compone no de uno sino de varios puntos de vista, dando la posibilidad al lector para que llegue a una conclusión”, advierte.
Con su acento de voz chileno, se emociona más a medida que se adentra en el quehacer periodístico. Agita las manos para enfatizar sus frases porque considera que cada vez peligrosamente gana terreno la comodidad, el periodismo de escritorio y del teléfono, sin salir a la calle a escuchar a la gente y buscar nuevas historias. Así se pierde la perspectiva de la agenda propia, aunque reconoce que quedan pocos periódicos que sí lo hacen.
“El problema es que la lógica empresarial tiende a reducir el número de periodistas en las salas de redacción y los pocos que quedan se ven obligados a escribir más noticias en menos tiempo y con carencia de recursos logísticos; es decir que se pretende una mayor producción con una menor inversión, cuando eso debería ser al revés. Esto atenta contra la calidad periodística en perjuicio de los ciudadanos”, reflexiona.
No comparte la idea de que ahora la gente lee menos, aunque sugiere que regularmente los periódicos inserten fotorreportajes, especialmente con fotografía documental. Expresa su desconcierto porque a los egresados de las Escuelas de Comunicación les falta práctica en tiempo real y mayor rigurosidad en el manejo de las fuentes. “Cabe pensar en un periodismo profesional desde la universidad, y ello es posible acercando el diálogo entre las universidades y los medios de comunicación”.
• TEMAS DE FONDO
Baeza Hidalgo apuesta por un periodismo de mayor profundidad, más pensado y reposado con recursos literarios que deleiten al lector, y esto se consigue conociendo los hechos a fondo. En este afán se enfrascó en uno de los temas que más le apasiona: los desplazados forzados por el conflicto interno en Colombia, con quienes compartió vivencias durante mes y medio, en Bucaramanga, donde recogió valiosas historias y excelentes fotografías a través de las cuales denunció la situación inhumana en la que vive esa gente olvidada por las autoridades. Estas imágenes las expuso en Colombia y en Francia, mientras trabajó para el Acnur.
Conversar de este tema con él resulta gratificante, detalla sus innumerables experiencias y anécdotas. Refiere que, según el gobierno colombiano, existen más de 2 millones de personas desplazadas, es decir un 5 por ciento de la población total; mientras que la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codes) dice que son 4 millones registrados que viven en condiciones de marginalidad y despojados de sus tierras. “Es un grave problema porque esta gente sale de la pobreza para caer en la miseria, sin condiciones de vida digna, sin vivienda ni posibilidades laborales”.
Estos desplazados son la consecuencia de los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) con el Ejército y los paramilitares (grupos clandestinos). Estos ya se desmovilizaron, pero algunos miembros nuevamente se reorganizaron con una nueva concepción porque tener el poder de las armas en una región es un buen negocio.
“Más allá de lo político, hay intereses económicos (narcotráfico, cupos “por seguridad” y la posesión de las tierras que dejan los desplazados). Asimismo, sostiene que es muy arriesgado afirmar que las Farc están debilitadas y a punto de dejar las armas. “Han recibido fuertes golpes, como la muerte de su líder Raúl Reyes, aunque de manera ilegítima por parte del gobierno colombiano. Esto es peligroso, hay una tensa calma que experimenta la población”.
Sus palabras están cargadas de sentimiento y de emoción, viniendo de alguien que convivió con los afectados directos de esa guerra interna que mantiene en vilo a los colombianos. Y eso enriquece su saber periodístico que lo convierten en un maestro. Me despido y lo veo caminar por el jirón Gamarra, admirando esas casonas que abrigan la historia trujillana. Es posible que vaya buscando alguna historia muy original para contarla a su manera en su próxima entrega periodística.
TRUJILLO ES MARAVILLOSO
Baeza Hidalgo llegó a Trujillo (al norte del Perú) por tres días, pero se quedó dos semanas, enamorado de la ciudad, de la amabilidad de la gente, pero sobretodo, de la deliciosa y exquisita gastronomía. “La recepción de la gente fue espectacular, pero también me encontré con maravillas arqueológicas que les falta difusión hacia fuera. Hace falta que el mundo conozca la importancia de las culturas Moche y Chimú, con las huacas del Sol y la Luna y Chan Chan. Realmente me quedé impresionado con todo lo que he vivido estos días. Estuve en otras oportunidades en el Perú, pero no en el norte la comida me impresionó mucho. Ojalá pueda volver pronto bajo cualquier pretexto”, puntualizó.
MAS DATOS
César Baeza Hidalgo tiene 40 años de edad, pero con la sabiduría de un anciano gracias a su continuo contacto con diferentes culturas. Se inició como reportero gráfico a los 18 años, pero siguió estudiando periodismo y a los 21 años comenzó de manera regular en el ejercicio profesional. Fue colaborador del diario El Tiempo y la revista Semana (Colombia) y en periódicos de Chile, Panamá y Ecuador. Además tuvo a su cargo programas radiales.
Entre el 2000 y 2007 fue consultor del Acnur. Otros temas preferidos son los de Derechos Humanos, Derecho a la Información, políticos, cultura y espectáculos. A Trujillo llegó en busca de un viejo amigo y durante su estadía fue invitado por el decano de la facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad César Vallejo, Ricardo Pauta, para dictar una charla a los estudiantes, con quienes compartió sus experiencia.

1 comentarios:

César-in dijo...

Guido, muy generosa tu mirada de nuestro encuentro. Muchas gracias. Sólo quisiera aclarar que he sido consultor de ACNUR, entre los años 2006 y enero de 2008.
Un abrazo y espero que todo marche muy bien en Trujillo.
Mi abrazo.
César Baeza Hidalgo